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TODO ES UN REFLEJO DE LA RELACIÓN CONTIGO MISMO

Terapias EFT...Sanación Emocional, Mental y Fisica

Si quiero amor no puedo tenerlo.
YO SOY AMOR y mientras siga buscándolo en el exterior
no puedo darme cuenta de ello.
Al buscar amor es como se pierde la
conciencia del mismo, pero no el estado.
Amor es todo lo que
somos

–Byron Katie–


Cuando queremos tener una relación amorosa con el afán de llenar un hueco interno, ó de solucionar nuestros sentimientos de baja autoestima, lo que logramos es
en realidad todo lo contrario, atraemos una persona que agrande
nuestros sentimientos de carencia, alguien que nos recuerde ese vacío
interno todavía más y por lo tanto las relaciones terminan haciéndonos
sentir igual ó peor que cuando las iniciamos.

Como todo atrae a su igual, no importa la cantidad de esfuerzos que hagas para encontrar a la pareja ideal, no importa cuantos sapos
hayas besado con la esperanza de que alguno de ellos se convierta en tu
príncipe azul o princesa, si tus sentimientos de fondo son negativos hacia ti
misma/o, esa señal
es la que estás enviando al universo y será contestada con más de lo mismo invariablemente.
La mayoría de las relaciones que forjamos son disfuncionales
porque provienen de la creencia errónea de que somos una media naranja
y que necesitamos encontrar a la otra mitad para completarnos.

Así que, pasamos las primeras décadas de nuestra vida buscando esa otra
mitad que debería completarnos, que debería hacernos sentir mejor,
darnos amor, ternura, confianza, cariño,
respeto, cuidados y todo eso de lo cual carecemos.

Pero esta creencia nos convierte en una gran carga de necesidades para la otra mitad pues ya cuando llegamos a una relación
traemos una lista enorme de requerimientos y exigencias que hemos
acumulado, a lo largo del tiempo nos convertimos en una carga
asfixiante para nuestra
pareja debido a que no sabemos cómo ser felices por
nuestra cuenta y dependemos totalmente de que esa persona se comporte de
acuerdo a nuestros deseos para ser felices.

Aprendamos a ser felices por nuestra propia cuenta asi la persona que llegue a nuestra vida, como pareja, no tendra la gran responsabilidad de HACERNOS FELICES. Ser feliz es sólo y únicamente nuestra responsabilidad.

un abrazo y mucha luz
Paola
RELACIONES


Quiero poder amarte sin aferrarme,
apreciarte sin juzgarte,
encontrarte sin agobiarte,
invitarte sin insistencia,
dejarte sin culpabilidad,
criticarte sin censurarte,
ayudarte sin disminuirte.

Si quieres concederme lo mismo,
entonces realmente podremos reunirnos
y ayudarnos a crecer mutuamente.

Virginia Satir



¿Cómo te relacionas hoy con los demás?

Ante la más mínima desavenencia con las personas con las que tratamos o convivimos, tenemos tendencia a repetir actitudes que en realidad nos alejan e Impiden que la relación prosiga y crezca. Por ello, cuando surge un problema, vale la pena preguntarnos si tenemos verdaderos deseos de que la relación continúe y, si es así, que adoptemos un comportamiento claro y sincero.

Mejorar nuestras relaciones es una búsqueda de toda la vida, en la que necesitaremos tanta paciencia como valentía para correr riesgos.

Todos tenemos hábitos que aprendimos para sobrevivir emocionalmente/ y que seguimos utilizando en momentos importantes, sin darnos cuenta de que actúan en contra nuestra y nos aíslan.

Para muchos de nosotros, lo cómodo es lo familiar, aquello a lo que nos hemos acostumbrado desde pequeños.

Si abandonamos los hábitos familiares, obviamente entramos en lo desconocido, y eso nos asusta. Si deseamos cambiar, debemos renunciar a lo familiar para ahondar en lo desconocido, y a menudo aparece ansiedad o inseguridad.

Es lo que le sucedió a aquella recién casada que preparaba un asado. Cuando lo cortó cuidadosamente por la mitad y lo colocó en dos recipientes, su esposo exclamó sorprendido: «¿Por qué haces esto?»». Ella, con gran seguridad respondió: «Es la forma en que se hace, mi madre siempre lo hacía así». El marido, consciente de que no era un experto en cocina, pero dudando aún de ese razonamiento, decidió investigar. Corrió a la casa de su suegra y se encontró con que ella, en efecto, hacía el asado de la misma forma y su respuesta fue la misma: «Es la forma en que se hace, mi madre siempre lo preparaba así». Por fortuna, la abuela aún vivía, por lo que el marido fue a visitarla y le relató la historia. Ella escuchó muy atentamente y después, muy sorprendida y divertida dijo: «¡Ay, Dios mío!, siempre tuve que alimentar a tantas personas y sólo tenía dos fuentes pequeñas, por eso tenía que cortar la carne en pedazos pequeños para que así cupiera en ellas».



¿Cuánto tiempo seguiremos haciendo las cosas por rutina, como las hacía nuestra madre, aunque la situación haya cambiado para nosotros?

A primera vista podría parecer que hacer los cambios que deseamos va a representar un trabajo enorme. En alguna forma lo es, sobre todo si pensamos hacerlo inmediatamente o de una manera especial. Pero si realizamos los cambios poco a poco y en la forma que más nos convenga, será más fácil.

Además, un solo cambio influencia a todo lo demás, lo que significa que podemos empezar por cualquier parte... Una vez comenzado el proceso de cambio, si nos mantenemos en él, nos convertimos en personas cada vez más capaces de estar en contacto con los demás. En un contacto real, creativo y amoroso.

Ante todo, sinceridad.
Para poder comunicarnos con alguien, el primer logro es llegar a ser sinceros con los propios sentimientos.

A esta capacidad de ser sincero emocionalmente la llamo congruencia. Cuando las personas no se sienten congruentes en sus relaciones, se llega a una serie de juegos de poder y «operaciones de ganancia-perdida».

Pienso que el poder es como la energía, algo que se puede usar, canalizar y dirigir hacia fines destructivos o constructivos.

En mi opinión, podemos utilizarlo! poder para obtener libertad.


He descubierto cinco libertades:

La libertad de ver y escuchar lo que realmente ocurre, en lugar de lo que debería ser, fue o será.

La libertad de decir lo que uno siente o piensa, en lugar de lo que uno debería sentir y pensar.

La libertad de sentir lo que uno siente, en lugar de lo que uno debería sentir.

La libertad de pedir lo que uno quiere, en lugar de esperar el permiso para hacerlo.

La libertad de correr riesgos por nuestra cuenta, en lugar de no arriesgarse y preferir «lo seguro».
Poder y relación


Considero que vivir estas cinco libertades es el mejor uso que se puede dar al poder personal. Somos congruentes cuando al establecer una relación nos responsabilizamos de lo que sale de nosotros. Si actuamos como si la otra persona fuera la responsable, estamos dejando nuestro poder en las manos de esa otra persona. «Tú me haces posible la vida» es equivalente en cuanto a uso del poder a «Tú eres responsable de mi muerte».

La primera frase suena positiva y la segunda negativa, pero significa lo mismo: «Te he dado mi poder». En este caso una persona está «arriba» y la otra «abajo» y, por lo tanto, no puede existir una relación verdadera. Todos necesitamos el poder y todos lo tenemos, aunque es probable que no lo reconozcamos.

Pero la pregunta clave es:

¿cómo utilizo ese poder?

¿Lo ejerzo infravalorándome, es decir, complaciendo siempre a la gente para que al menos se me permita vivir?

¿Por medio de la agresividad, forzando a los demás a que me obedezcan, para sentirme seguro al menos por el momento?

¿Siendo "razonable», en exceso, o sea, asfixiando a la gente con palabras y aburriéndola con explicaciones interminables que no muestran ningún sentimiento?

¿Siendo irónico, llamando la atención con acciones incoherentes, para despistar a la gente? ¿Siendo congruente para que los demás sepan que se puede confiar en mí, pues soy claro?

Creo que las personas que utilizan formas de comunicación incongruentes las aprendieron en la infancia. Son las mejores formas de sobrevivir que conocen, por lo que merecen mi respeto.


Además, muchas personas no prestan atención a lo que ellos mismos dicen, y por tanto no son conscientes de que se infravaloran o recurren a la agresión, la palabrería o la ironía.

Y la mayoría de ellas no quieren dejar estas formas pese a darse cuenta de que las usan.


El resultado es que muchas personas se sienten, por diferentes razones, solas y rechazadas, incapaces de ser amadas y apreciadas.

Utilizan formas ineficaces de relación en su esfuerzo por conseguir auto-estimación.

Formas que les mantienen con vida, pero no «vivos».


Si existiera una guía para conseguir relacionarnos con los demás, podría contener estas sugerencias:

En primer lugar, invita a la otra persona a que entre en contacto contigo: «Tengo algo que decirte, ¿podrías prestarme atención?

, «Me gustaría hablar contigo», «¿Tienes un rato libre? necesito compartir algo contigo».

Adopta una postura física tal que te permita estar frente a frente, con los brazos sueltos. Prepárate para correr riesgos cuando muestres lo que sientes en tu interior.

Emplea frases en primera persona: «Estoy enfadado» en lugar de «Tú me haces enfadar»;

«Estoy preocupado/a» en vez de «Tú me preocupas».

En resumen, asume la responsabilidad de lo que dices y de lo que sientes en el momento. Pregunta para obtener la información que te falta. Considera las dificultades que se presenten como oportunidades de crear algo nuevo en lugar de pesar que son el principio de una nueva desgracia.

. Las personas podemos aprender y crear a partir de una dificultad.

Y quizá te sea útil recordar este último pensamiento:

«Los humanos nos conocemos sobre las bases de nuestra semejanza y crecemos sobre las bases de nuestras diferencias».


un abrazo y mucha luz.

Paola
DEL ENAMORAMIENTO AL AMOR



Quizás la expectativa de felicidad instantánea que solemos darle al vínculo de pareja, se deba a un estiramiento ilusorio del instante de enamoramiento.
Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados.

Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son más duraderos y están anclados a la percepción de la realidad externa. La construcción del amor empieza cuando puedo ver al que tengo enfrente, cuando descubro al otro. Es allí cuando el amor reemplaza al enamoramiento.

Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la luz las peores partes mías que también proyecto en él. Amar a alguien es el desafío de deshacer aquellas proyecciones para relacionarse verdaderamente con el otro. Este proceso no es fácil, pero es una de las cosas más hermosas que ocurren o que ayudamos a que ocurran.

Hablamos del amor en el sentido de "que nos importa el bienestar del otro". Nada más y nada menos. El amor como el bienestar que invade cuerpo y alma y que se afianza cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo.

Más importante que la manera de ser del otro, importa el bienestar que siento a su lado y su bienestar al lado mío. El placer de estar con alguien que se ocupa de que uno esté bien, que percibe lo que necesitamos y disfruta al dárnoslo, eso hace al amor.

Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de una manera diferente. Podría decir que desde el placer de estar con otro tomamos la decisión de compartir gran parte de nuestra vida con esa persona y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es necesario saber que encontrar un compañero de ruta no es suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos, como ya dijimos, que de hecho sea una eficaz ayuda en nuestro crecimiento personal.

Welwood dice que el verdadero amor existe cuando amamos
por lo que sabemos que esa persona puede llegar a ser,
no solo por lo que es. Creo que estar enamorado y amar
son estados que van y vienen en una relación. En el
inicio por lo general hay un período de pasión, donde
se mezcla mucho lo que yo imagino, lo que proyecto en
esa persona. Entonces coloco en ese ser humano que
tengo enfrente mi hombre o mi mujer ideal.

El enamoramiento es más una relación mía conmigo mismo,
aunque elija a determinada persona para proyectar lo
mio. Y entonces podríamos preguntarnos: ¿Por qué elijo
a esa persona? ¿Qué pasa cuando, después de un tiempo,
el otro se empieza a mostrar como es y eso no coincide
con mi ideal?
Allí comienzan los conflictos
. Él no es como yo había
creído. La disyuntiva que aquí se plantea es ver si
puedo amar a este que veo o si me quedo pegada a mi
hombre ideal
.

Es en la resolución de este dilema que puede empezar el
amor, cuando lo veo y me doy cuenta de que lo amo así
como es.
Incluso puedo llegar a amar las cosas de él
que no me gustan, porque son de él y lo acepto como es.
Creo que las relaciones pasan por momentos de
enamoramiento, momentos de amor, momentos de odio... En
realidad, amor y odio están muy cerca. Nunca odiamos
tanto a alguien como aquel a quien amamos.

Es saludable aceptar que esto es asi. Vamos navegando
en la relación, que verdaderamente se sostiene si nos
mostramos
, si estamos conscientes de qué nos pasa, si
no lo negamos o hacemos como que no pasa nada.


Consciencia es la gran palabra. Seamos conscientes de lo
que nos esta pasando, entreguemonos a ello. Asi se
cuida y se construye el vinculo.
El recurso es siempre el mismo: conciencia, centrarnos.
Solo si estoy dentro de mí puedo manejar situaciones
difíciles
.

Mucha gente vive arrancada de sí misma, conectada sólo con lo que piensa y sin
idea de lo que realmente siente. Así es muy difícil
entregarse al amor. Para amar es imprescindible
animarse a mirar hacia adentro
.

Así, sin necesidad de que haya conflicto puedo mirarme,
estar conectada y ser yo misma.
Si no me muestro, nadie puede amarme.
En todo caso amarán mi disfraz, y eso
no me sirve.


Encontré un libro que habla del
enamoramiento. Cito tres pasajes que me interesaron:
"El enamoramiento es más bien una relación en la cual
la otra persona no es en realidad reconocida como
verdaderamente otra, sino más bien sentida e
interpretada como si fuera un doble de uno mismo,
quizás en la versión masculina y eventualmente dotada
de rasgos que corresponden a la imagen idealizada de lo
que uno quisiera ser. En el enamoramiento hay un yo me
amo al verme reflejado en ti."

"Enamorarme es decirte cuánto simpatizo contigo por
sostener tan graciosamente el espejo en el que me
contemplo para darme cuenta de mi amor por mí
."
"Pero ocurre que, a medida que el tiempo transcurre y
la relación va pasando por diferentes vicisitudes, el
supuesto espejo va dejando de ser un espejo y parece
optar por un natural deseo de recuperar su propia
identidad. Al comienzo era tal el deseo de sentirse
amado y admirado, que a él casi no le importaba
demasiado que lo tomaran por otro. Puesto que de eso se
trata. Tenemos tal necesidad de amor que durante algún
tiempo lo disfrutamos, también tramposamente."

Y es verdad que es una trampa, porque
en realidad esa pasión enamorada no es para ti sino
para ese aspecto proyectado del otro.

Quizás deberías rechazar el halago de la carta donde te
confiesan su amor incondicional y ciego y saber leer en
el sobre el nombre del destinatario que no es el tuyo.
Pero, ¿quién podría?
De todas maneras, hagamos lo que hagamos, en unos
instantes o en pocas semanas (cinco minutos a tres
meses), el otro
nos irá mostrando su realidad que no podrá ocultar, y
empezará a ver nuestro verdadero yo que no podremos
esconder para siempre, por halagador que nos resulte su
enamoramiento y por hermoso que sea sentirnos
enamorados.


Es como despertar de un sueño. Aparecerá poco a poco
una persona asombrosamente diferente de aquella con la
que creíamos habernos unido.
Es gracioso escuchar a los
que abandonan su estado pasional y creen que el otro ha
cambiado, que ya no es el mismo, cuando en realidad
sólo han cambiado los ojos con los que miran.

Uno descubre las diferencias y estas desembocan en
confrontación.
Cuando él se te parecía tanto, era muy difícil
discutir, pero también era complicado reconocer su
verdadera existencia.

Recién ahora, uno puede descubrirse acompañado. Hay que
buscar las diferencias e intentar unirse a través de
ellas. No como antes, que nos unían sólo las semejanzas.

Enamorarse es amar las coincidencias, y amar,
enamorarse de las diferencias.

El enamoramiento no es un sentimiento compartido porque
no existe aún el sujeto con quien compartir
.
El enamoramiento es una locura gratuita y casi
inevitable, técnicamente un cuadro de confusión
delirante con exaltación maníaca.

El amor, en cambio, es un producto cuerdo y costoso.
Es más duradero y menos turbulento, pero hay que
trabajar duro para sostenerlo.


un abrazo y mucha luz

Paola

¿TIENES RELACIONES TÓXICAS ?


Esta semana te inspiro a que enfrentes tus miedos, ATREVETE a ser FELIZ .
Cuando comprendí los principios que leeras a continuación, mi vida dio un giro ,luego de haber vivido por muchos años relaciones tóxicas,decidí sanar y comenzar por la persona más importante YO.......RECUPERÉ MI PODER...



Si estás inmerso (o inmersa) en un vínculo de pareja que te produce mucha pena y desdicha y poca alegría y buenos momentos, que en algunos momentos te hace sentir que de algún modo llegas a desdibujarte como persona en pos de mantener una armonía o comunicación ficticias, es bien probable que formes parte de una relación tóxica. Determinarlo te será de suma utilidad para desactivarla y acceder a una vida emocional más satisfactoria.

Una relación tóxica es aquélla en la cual una o las dos personas sufren mucho más de lo que experimentan dicha y placer por estar juntos. Uno de los integrantes (y en algunos casos ambos) se ven sometidos a un gran desgaste por tratar de sostener la relación. Este tipo de vínculos provocan más insatisfacción que felicidad, y la sensación de bienestar que pueden proporcionar en escasos momentos es muy efímera ya que para vivenciarla es necesario silenciar o pasar por alto ciertas cosas que, de darles la importancia que efectivamente tienen, causarían un profundo dolor e incluso llegarían a poner en peligro la continuidad de la pareja. Ten presente que nada bueno puede surgir de uniones entre personas que generan actitudes y emociones lacerantes que nublan tu capacidad de alcanzar la plenitud emocional que te mereces.

Las relaciones ideales entre las personas son ganar-ganar. Una relación tóxica nunca puede catalogarse como tal, son de ganar-perder y, en muchos casos, las dos personas involucradas pierden. Si tú eres quien en estos momento se está planteando si el vínculo que te causa insatisfacción y momentos desagradables es de esta índole, piensa si hay comportamientos tóxicos involucrados. Si ha ratos preferirías no estar con esa persona porque te hiere y te entristece visceralmente, si utiliza mecanismos tales como la culpa, el sarcasmo y la burla para manipularte, si mina tu autoestima y tu capacidad de que decidas de manera individual lo mejor para ti, si has llegado al punto de no reconocerte a ti mismo, entonces eres parte de una relación tóxica y eres tú quien sin dudas pierde en esta forma de comunicación despareja.

¿Qué nos lleva a involucrarnos en relaciones tóxicas? Hay diferentes razones, a continuación detallo las más usuales:

La baja autoestima. Si nuestras creencias están basadas en sentir que no somos merecedores de la atención, el respeto o el amor de otra persona, quien aparezca será considerado (o considerada) nuestra tabla de salvación, a la que nos aferraremos con uñas y dientes porque sin esta persona, ¿quién nos querrá? O ¿quién pagará nuestras cuentas? O ¿quién nos cuidará?

El creernos salvadores. Fantasear que nosotros podemos cambiar a esa persona, que hemos llegado a su vida para que se transforme en otra clase de ser humano, mejor, más como nosotros queremos que sea, suponer que con nosotros se comportará de una manera diferente a la que suele hacerlo, que lograremos que se operen modificaciones impensadas, son caminos de ida hacia el sufrimiento. Podemos ayudar a que otras personas cambien rasgos de su personalidad que les molesten, siempre y cuando se den cuenta de que este cambio los favorecería, decidan hacerlo y además quieran que los ayudemos. Lo que sí tenemos es la capacidad concreta de lograr que se produzcan cambios asombrosos en nosotros mismos si así lo deseamos: esta capacidad es innata, por lo que nada ni nadie podrá privarnos de ella nunca. Es sólo cuestión de tomar la decisión de hacerlo y poner manos a la obra.

El asumir el rol de víctimas. Quién nos va a querer o a aceptar como esta persona que sea digna a darnos ratos de su tiempo, o a convivir con nosotros, en definitiva, a darnos momentos de su (mala) compañía cuando le place. El asumir este rol implica que estaremos generando (o aceptando) a una persona que se comportará como victimario.

La urgencia de muestras de cariño. Este tipo de deseo imperioso es muy mal consejero, y se suma a la necesidad de suplir carencias profundas. A veces da como resultado el tolerar cualquier cosa por un poco de lo que atisbamos como cariño (una demostración de afecto, sexo, un regalo), pero que en realidad encubre otro comportamiento de fondo (uso, abuso, egoísmo, maltrato, falta de respeto, etc.).

Estar acompañado a cualquier precio. El miedo a la soledad es el paso preliminar hacia una posible relación tóxica ya que, vuelvo a mencionarlo, toleraremos literalmente cualquier cosa con tal de no estar solos. Considero que no hay mayor sensación de soledad agobiante que el creer que uno está acompañado por alguien que le va a hacer bien cuando esto en realidad no es así y esa persona no sólo no cumple con nuestras expectativas más esenciales sino que atenta (con marcado éxito) contra nuestra calidad de vida. ¿Cómo confiar en alguien que demuestra que no quiere nuestro bien? (Aunque diga otra cosa).

El aburrimiento. La búsqueda de nuevas sensaciones, una manera de alejarnos de la monotonía o de la rutina puede hacer que sólo veamos una faceta de la personalidad de quien nos atrae, la divertida y agradable que nos saca del letargo en el que estábamos, y no logramos visualizar el resto de la personalidad de quien nos atrae, en la cual hay comportamientos tóxicos que en un principio no identificamos. Encontrar a alguien que tiene gustos similares a los nuestros es muy bueno - ¡enmascarar una relación tóxica no lo es! Una vez inmersos en un vínculo de esta índole, se nos dificulta salir porque creemos falsamente que volveremos al aburrimiento inicial…. ¡esto depende enteramente de nosotros! Hay muchas personas que comparten nuestros gustos y sueños que no precisan crear un vínculo tóxico para relacionarse.

La necesidad imperiosa de cumplir algún rol social, como por ejemplo el de esposa/o, madre o padre tal vez pueda llegar a hacernos priorizar el fin antes que ver a la persona que elegimos como realmente es. Algunas veces tratamos por todos los medios posibles de enmascarar la realidad para seguir manteniendo las apariencias y la estructura social, aunque el costo interno suele ser demasiado alto.

El miedo a seguir avanzando en la vida. Si tenemos un vínculo con una persona que nos pone frenos o nos cercena en nuestro crecimiento y nos estancamos en cierta área de nuestra vida (ya sea personal, laboral, espiritual o profesional) ¿no somos nosotros mismos quienes aceptamos quedarnos en una zona conocida en vez de crecer, desarrollarnos, cambiar y superarnos? Tal vez ésta ha sido tu ganancia secundaria y por eso has sostenido este tipo de comunicación por más tiempo del que quisiste o creíste poder soportar.

¿Quién dijo que amar es dar sin ninguna clase de límites? En principio hay un límite bien claro, y es el respeto y el amor a uno mismo, que está por encima de todo lo demás. Si no te quieres ni te haces valer y ensalzas a otra persona al punto de priorizarla por sobre tu bienestar y estabilidad interna, incurriendo en sacrificios estériles, integras una relación tóxica. Si la comunicación con otra persona te hace decididamente mal, impide que desarrolles tu potencial, te frustra una y otra vez, implica que relegues deseos que son muy genuinos para ti, en síntesis, no sólo no suma sino que decididamente resta, ¿hasta cuándo seguirás tolerándola?

Amar con equilibrio es la clave hacia una vida emocional sana y placentera. Trae aparejado no permitir que persona alguna interfiera en otras actividades o áreas de nuestra vida, entender que es posible desarrollarse en lo que uno genuinamente desee, y además crear y disfrutar vínculos sanos con otras personas. No hay por qué dejar de lado nuestras expectativas, ilusiones, deseos y sueños por intentar sostener una situación que a las claras resulta insostenible, salvo que comprometamos nuestra integridad emocional, nuestra salud, el justo respeto que nos merecemos como seres valiosos que somos y el derecho legítimo a ser plenamente felices.

Si estás inmerso o inmersa en una situación de este tipo, tienes una salida… en realidad, muchas. Cuando tú lo decidas le podrás poner fin al sufrimiento y lograrás abrir la puerta de par en par a una realidad distinta, a un futuro lleno de concreciones, optimismo y buenos tratos.

Si no puedes solo/a pide ayuda.RECUPERA TU PODER.



'El Amor es Respeto Responsabilidad y Compromiso y No se establece dònde no lo hay'.


'El amor verdadero está ligado a la plena toma de conciencia de cada acto... de cada gesto... de cada sentimiento y de cada pensamiento...'


'El Ser humano tiene dentro de sí algo muy valioso; DIGNIDAD pero muchos viven ignorantes de ello'


LA SANACIÓN ES UN COMPROMISO.....TU DECIDES. ....


un abrazo y mucha luz


Paola Oportus