NUESTRAS RESISTENCIAS Y LA NEGACIÒN DE LA REALIDAD

Gran parte de los problemas físicos, psicológicos y emocionales que padecemos provienen de bloqueos y perturbaciones energéticas de nuestros órganos, internos glándulas, articulaciones, músculos, y muchas veces, son el resultado directo de la manera en que percibimos nuestra vida y las experiencias que atravesamos. Esas imágenes que tenemos de nosotros mismos y esos sistemas de creencias que establecemos controlan nuestra vida.


¿Por qué la energía vital no está disponible?

Cuando discriminamos negativamente un sentimiento, estamos resistiendo su existencia. Cuando negamos algo que sentimos y nos juzgamos en forma negativa por sentirlo, estamos negando una parte genuina de nosotros mismos.

Crecemos y nos educamos tratando de cambiar lo que sentimos por algo que sea compatible con la identidad artificial (imagen de sí).

Si resistimos lo que es y los sentimientos presentes, no podemos digerir la experiencia y eso se traduce en una sensación extremadamente desagradable, intolerable a veces. En términos energéticos, las emociones desagradables o no placenteras son almacenadas y crean contracciones que forman en el cuerpo del dolor.

Cuando nuestra mente racional produce pensamientos de resistencia y negación acerca de las circunstancias de nuestra vida, la fuerza vital que fluye naturalmente en nosotros se estanca y acumula. Este proceso de acumulación produce una condición de exceso de energía que se llama carga emocional negativa y genera sufrimiento, que puede ser físico o emocional.

Algunas maneras de resistir lo que sucede:

Acción Dialogo interno

Negación “Está todo bien, no hay problema”
Juzgamiento “Esto no debería pasar”
Evitación “¿Qué puedo hacer para distraerme?”
Medicación “Me tomo un calmante”
Queja “¿Por qué a mi?
Análisis “¿Qué significa esto?”
Oración “Dios mio, quitame este dolor”
Visualización “Imagino que se va…”
Inculpación “Esto me pasa por culpa de…”

Ejercicio.

Toma un papel y lápiz y contesta las siguientes preguntas:

-¿Cuáles de estas formas de resistencia y negación has utilizado en tu vida?
- ¿Cuáles estas usando todavía?

Anota cualquier otra forma de resistencia al dolor que no este en esta lista. Pon atención en tu cuerpo y nota qué se siente mientras lo haces.

Un abrazo y mucha luz.

Paola



CERRANDO CIRCULOS

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?. Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qué, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás.
Si andas por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo/a, desprender lo que ya no está en tu vida.


Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.


Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

Un abrazo y mucha luz

Paola