LA NEUROSIS DEL FRACASO

A veces, es el mismo árbol el que no nos deja crecer…

Para comenzar con el tema, podríamos plantearnos cuántas de estas 33 frases (o parecidas) hemos escuchado de nuestros padres, de forma más o menos explícita:


☐ Todos somos de este partido político, ¡y tú me sales con esas!

☐ Desde que te fuiste estoy peor de salud

☐ Sin ti no puedo hacer la vida de antes

☐ ¿Qué haces ligada con un hombre de otra raza?

☐ Somos de la extrema izquierda y tú de la ultraderecha

☐ Somos carniceros, ¿y tú quieres ser artista?

☐ ¿Cómo puedes hacer pareja con alguien del sur?

☐ En mala hora llegaste al mundo…

☐ Te fuiste de la casa, hace tres generaciones que estamos aquí.

☐ Nos has traicionado, todo lo que nos pase será tu culpa

☐ Nos abandonas ahora que te necesitamos

☐ Por quedarme embarazada de ti, tuve que dejar el trabajo

☐ Desde que naciste tenemos más gastos, no nos llega…

☐ Cuidado con sacarte un novio ateo o lo perderás todo

☐ Me puse a trabajar por tu causa

☐ Fuiste una cruz para mí

☐ Las mujeres de esta familia no somos fogosas, contente

☐ Me divorcié por tu bien

☐ Sacrifiqué mi vida por ti

☐ Somos católicos y tú te hiciste budista

☐ Las creencias de tu mujer no nos gustan, no tiene nada que ver con las nuestras

☐ Tú no puedes independizarte

☐ Ese lugar al que te vas a vivir no te conviene

☐ No eres nadie para dejarnos de esta manera

☐ Tú lugar está aquí, cerca de nosotros

☐ Quisimos estudiar y no pudimos, así que tú tampoco

☐ Esta familia y el dinero no son buenos amigos

☐ Deberías de haber nacido de otro sexo (te esperábamos niña y naciste niño-te esperábamos niño y naciste niña)

☐ No eres gentil, eres perezoso, me decepcionaste..

☐ Eres demasiado lento, (o eres demasiado nervioso), nada que ver con nosotros

☐ Te esperábamos rubio y con ojos azules y mira…

☐ No eres tan inteligente como esperábamos…

☐ Viniste a destiempo, por tu culpa dejé mis estudios


Hay personas que quieren realizarse, pero fracasan en el intento

Puede suceder que en nuestro interior habiten dos personalidades…cuando queremos hacer, y en nuestro interior hay una voz que dice: “¡No hagas!”, y cuando no quieres hacer, esa voz nos dice: “¡Haz!”. En el fondo, esa constante contradicción se resume en el binomio: “Quiero ser adulto, pero quiero quedarme niño”.

¿Cómo es posible?

A veces ese continuo “no realizarse” obedece a una suerte de lealtad a nuestros padres…

¿Cómo aparece la neurosis de fracaso?

Al niño se le inculca que tiene que ser como sus padres, de lo contrario será considerado como un traidor o un enfermo. Recién nacido los dos linajes (el materno y el paterno) tratan de apropiárselo. Comentan que se parece a la madre, o al padre, incluso a un abuelo o abuela.

Con silencios envenenados se le repite:
“Es malo no parecerse a nosotros”
“Es malo realizar lo que nosotros no pudimos lograr”
“Es malo entregarse a aquello que nosotros no nos atrevimos a desear”
“Es malo haber nacido porque te convertiste en una carga”
“Es malo que no te sacrifiques por nosotros porque nosotros nos sacrificamos por ti”

“En resumen: es malo que quieras ser tu mismo”

¿Cómo detectamos esta neurosis en alguien que se siente frustrado?

Tiene una neurosis de fracaso si cada vez que emprende una tarea no la puede terminar; si cada vez que triunfa en algo se las ingenia para convertir este triunfo en fracaso; si cada vez que logra formar una pareja de su agrado acaba provocando conflictos que llevan a la separación; si lo persigue un incomprensible sentimiento de culpa; si constantemente se siente inconforme consigo mismo; si a pesar de tener talento, por más que lo intenta no puede triunfar…

Enumeremos las causas:

Alejandro Jodorowsky enumera seis motivos. Él mismo dice que cuando un consultante se queja de que nunca puede terminar lo que comienza, o se angustia pensando en que puede tener éxito, le pregunta cuál de estas seis causas principales de una neurosis de fracaso ha padecido. Puede ser que sea una, varias, o todas.

1.- Haber sido una carga para la familia
El bebé nace en una situación económica muy dramática, o es engendrado por accidente, o llega a una familia demasiado numerosa, o la madre se vio obligada a renunciar a su realización para cuidarlo, o sus padres se vieron obligados a casarse por su causa…


2.- No haber sido lo que los padres querían que fuera
Deseaban una niña y llegó un niño. Lloraba tanto que, exhaustos de que no nos dejaras dormir, nos daban ganas de matarte. Resultaste muy caprichoso…


3.- Haber traicionado las creencias familiares
Para que el clan sobreviva, se pide al niño que comulgue con las ideas y creencias de la familia. Luego cuando crece, si cambia de ideas por otras que le convengan más, la familia lo repudiará. Algo que lo conducirá de forma inconsciente hacia una culpabilidad…

4.- Haberse marchado o cortado con la familia.
Sucede en familias neuróticas, incestuosas y narcisistas, donde se dice: “Te hemos dado nuestra energía, nuestro tiempo. Ahora que te vas, ¿qué va a ser de nosotros? Si te dimos la vida fue para que, más tarde, tú te ocuparas de nosotros”

5.- Realizar lo que los padres desearon pero no pudieron conseguir
Hay padres que dicen a un hijo: “Queremos que te realices, que obtengas lo que nosotros no pudimos obtener, pero si así lo haces, vas a destronarnos, a atentar contra los principios del clan. Te hemos amado porque eres como nosotros: si te diferencias dejaremos de amarte”

6.- Sexualidad infantil reprimida
Si los padres consideran el placer sexual como un pecado y castigan a sus hijos cuando éstos muestran curiosidad sexual o juegan con esas partes que la educación religiosa considera como pudendas…Provoca en los pequeños la culpabilización de cualquier placer (también el sexual): entre otros, el de tener éxito en las tareas que emprende.

¿Hay algún acto psicomágico para acabar con la neurosis de fracaso?

Sabemos que para cada caso en concreto se puede requerir un acto específico, pero hay uno que Alejandro Jodorowsky recomienda con frecuencia en los casos de neurosis de fracaso. Se trata de la confrontación con los padres.

Para empezar es recomendable:

a)Elegir un lugar neutro

b)Aceptar desde el principio que no pedimos que las personas cambien, la reparación se hace directamente al ser esencial de la otra persona, aceptar que esa persona te dará lo que tú le pides o no te lo dará; si ella no te lo da, el cosmos te lo dará.

c)Para hacer la confrontación con personas que han muerto, lo podemos hacer en su tumba, y siempre acabar de forma positiva.

El encuentro de confrontación se desarrolla en base a cinco puntos trabajados previamente y con los que se confecciona un guión que sirva de guía en el acto:

1º-Esto es lo que me has hecho…
2º-Esto es lo que sentí…
3º-Esto es lo que produjo en mi vida…
4º-Esto es lo que sigo padeciendo…
5º-Esta es la REPARACIÓN que me debes….

un abrazo y mucha luz

Paola
INTIMIDAD,EL GRAN DESAFÍO

Estar en contacto íntimo no significa abusar de los demás ni vivir feliz eternamente.
Es comportarse con honestidad y compartir logros y frustraciones.
Es defender tu integridad, alimentar tu autoestima y fortalecer
tus relaciones con los que te rodean.
El desarrollo de esta clase de sabiduría es una búsqueda de toda la
vida que requiere entre otras cosas mucha paciencia.
Virginia Satir


Toda relación íntima en la que podemos abrirnos y lograr encuentro y entrega pertenece
a las cosas más gratificantes que podamos vivenciar; buscamos en ella contacto, amor, intimidad, porque son estas las situaciones que más nos enriquecen, las que nos hacen sentir vivos, las que nos llenan de fuerza y de ganas.
La paradoja empieza cuando nos damos cuenta de que al mismo tiempo son justamente estas relaciones las que nos provocan mayor sufrimiento y mayor dolor, muchísimo más que ninguna otra.Cuando nos abrimos a la intimidad, al amor, al encuentro, nos exponemos también a sufrir y a sentir dolor.


La fuerza que naturalmente nos empuja a dejarnos llevar por nuestras emociones y a generar el encuentro se enfrenta con la natural tendencia a cuidarnos para no sufrir, porque intuimos, con certeza, que si nos abrimos a una persona esto le concederá al otro la posibilidad de herirnos.Todos tenemos una personalidad, una coraza que no quiere tomar ese riesgo de ser lastimado y por lo tanto se cierra.
Amor e intimidad solo pueden darse cuando nos abrimos presentes a alguien; pero esto es imposible si estamos con la armadura puesta, encerrados en nuestro castillo o escondidos en nuestra estructura.
Tampoco es cuestión de descartar esta personalidad; la hemos construido para poder enfrentarnos a algunas dificultades de la vida. La idea es observarla, conocerla y darnos cuenta cuando nos juega en contra interrumpiendo el contacto verdadero.
Este es el trabajo que propongo: observar nuestra manera especial de ser en el mundo, ser conscientes de los roles en los que nos hemos quedado fijados.


La paradoja continúa porque no hay mejor oportunidad que esta
relación íntima para volver a encontrarnos y para deshacernos de
nuestras máscaras habituales.
Así, muchas veces, terminamos resolviendo esta paradoja evitando el sufrimiento,
impidiéndonos el amor y privándonos del encuentro íntimo.
En nuestro intento de decir no al dolor decimos no al amor.
Y lo que es peor, nos decimos no a nosotros mismos.


Un abrazo y mucha luz

Paola

EL AMOR A UNO MISMO


Si yo no pienso en mí, quién lo hará.
Si pienso sólo en mí, quién soy.
Si no es ahora, cuándo.
(del Talmud)

Autoestima y egoísmo son tomados generalmente como términos antagónicos, aunque ambos comparten un significado muy emparentado:la idea de quererse, valorarse, reconocerse y ocuparse de sí mismo.

Cuenta una vieja historia que había una vez un señor muy poco
inteligente al que siempre se le perdía todo. Un día alguien le dijo:
Para que no se te pierdan las cosas, lo que tienes que hacer es anotar dónde las dejas.

Esa noche, al momento de acostarse, agarró un papelito y pensó:
“Para que no se me pierdan las cosas...”
Se sacó la camisa, la puso en el perchero, agarró un lápiz y anotó:
“la camisa en el perchero”; se sacó el pantalón, lo puso a los pies
de la cama y anotó; se sacó lo zapatos y anotó: “los zapatos debajo de la cama”;
y se sacó las medias y anotó: “las medias dentro de los zapatos debajo de la cama”.

A la mañana siguiente, cuando se levantó, buscó las medias
donde había anotado que las dejó y se las puso, los zapatos donde estaban anotados,
los encontró y se los puso; lo mismo sucedió con la camisa y el pantalón.
Y entonces se preguntó:
—¿Y yo dónde estoy?

Se buscó en la lista una y otra vez y, como no se vio anotado, nunca más se encontró a si mismo.
A veces nos parecemos mucho a este señor estúpido.
Sabemos dónde está cada cosa y cada persona que queremos,
pero muchas veces no sabemos dónde estamos nosotros.
Nos hemos olvidado de nuestro lugar en el mundo.
Podemos rápidamente ubicar el lugar de los demás, el lugar que los demás tienen en nuestra vida, y a veces hasta podemos definir el lugar que nosotros tenemos en la vida de otros, pero nos olvidamos de cuál es el lugar que nosotros tenemos en nuestra propia vida.
Nos gusta enunciar que no podríamos vivir sin algunos seres queridos.
Yo propongo hacer nuestra la irónica frase con la que sintetizo mi real vínculo conmigo. No puedo vivir sin mí.

La primera cosa que se nos ocurre hacer con alguien que queremos es cuidarlo,ocuparnos de él, escucharlo, procurarle las cosas que le gustan, ocuparnos de que disfrute de la vida y regalarle lo que más quiere en el mundo llevarlo a los lugares que más le agradan, facilitarle las cosas que le dan trabajo,ofrecerle comodidad y comprensión.

Cuando el otro nos quiere, hace exactamente lo mismo.Ahora ,me pregunto:
¿Por qué no hacer estas cosas con nosotros mismos?
Sería bueno que yo me cuidara, que me escuchara a mí mismo,
que me ocupara de darme algunos gustos, de hacerme las cosas más fáciles,
de regalarme las cosas que me gustan, de buscar mi comodidad en los lugares donde estoy,
comprarme la ropa que quiero, de escucharme y comprenderme.
Tratarme como trato a los que más quiero.

Pero, claro, si mi manera de demostrar mi amor es quedarme a merced del otro, compartir las peores cosas juntos y ofrecerle mi vida en sacrificio, seguramente, mi manera de relacionarme conmigo será complicarme la vida desde que me levanto hasta que me acuesto.

El mundo actual golpea a nuestra puerta para avisarnos que este modelo que cargaba mi abuela,
(la vida es nacer, sufrir y morir) no solo es mentira, sino que además está malintencionado,
(le hace el juego a algunos comerciantes de almas).
Si hay alguien que debería estar conmigo todo el tiempo, ese alguien soy yo.
Y para poder estar conmigo debo empezar por aceptarme tal como soy.
Y no quiere decir que renuncie a cambiar a través del tiempo.
Quiere decir replantear la postura. Porque frente a alguna característica de mí que no me guste
hay siempre dos caminos para resolver el problema.

El primero, el más común, es la solución clásica: intentar cambiar.
El segundo camino
, el que propongo, es dejar de detestar esa característica y cómo
única actitud permitir que, por sí misma, esa condición se modifique.

Incluso para cambiar algo el camino realmente comienza cuando dejo de oponerme.Nunca voy a adelgazar si no acepto que estoy gorda.
La teoría paradojal del cambio dice que solamente se puede cambiar algo cuando uno deja de pelearse con eso.

Y si mi relación conmigo me condiciona tanto por dejar de vivir forzándome a ser diferente, imaginemos cómo condiciona mi relación con los demás al creer que ellos tienen que cambiar.
Uno de los aprendizajes al hacer en el camino del encuentro es justamente la aceptación
del otro tal como es.Y eso solo es posible si antes aprendí a aceptarme.
Enojarse con el otro por cómo es significa que, para que yo pueda quererlo,tiene que ser como yo quiero que sea.

Si tu amiga es impuntual y la esperas una hora cada vez que te citas con ella, no te enojes
¿Quién te obliga a esperarla? Cuando yo espero a alguien que es usualmente impuntual,
la razón de mi espera es por que elijo esperarlo y no por que él llegó tarde.
¿Debo hacer responsable al otro de mis propias decisiones?
Ser adulto significa hacerse responsable de la vida que uno lleva,
saber que las cosas que uno vive en gran medida las vive por que se ocupa se que así sea y,
a partir de allí animarme a quererme incondicionalmente, por egoista que parezca.


un abrazo y mucha luz
Paola